Mabel Elena Rivas Mella

Todo vale la pena cuando se llega a este feliz momento: es el deber cumplido, sentir que colegio y familia han contribuido a formar a esta nueva generación de estudiantes que dejan su impronta en nuestra institución. Esa es nuestra verdadera misión y vocación, pues para nuestra comunidad educativa, el centro de nuestro quehacer son nuestros estudiantes.

Les pido que sean leales a lo correcto, aspiren al bien, sean valientes y aguerridos, respeten las ideas de otros, pero sean enfáticos en defender las propias sin la violencia como medio.

Sea cual sea tu propósito en la vida; actúa con coherencia y rectitud, con esfuerzo y humildad; que de ti hablen tus obras, más que tus dichos; más tus acciones que tus justificaciones; finalmente tu paz interior; más que las falsas apariencias.

Cuando las cosas no den resultado, perdiendo a diario las fuerzas en ese camino, oren... oren con fuerza y fe, crean que no están solos, que Dios los cuida y los lleva, que hay una historia que se ha ido construyendo con cada uno de ustedes, ya que él los pensó desde antes que nacieran, que los lleva en sus manos. Quiero compartir con ustedes un extracto del salmo 91 que aprendí de pequeña. El que les dará paz y esperanzas:

"Ya que has puesto al señor por tu refugio, al altísimo por tu protección, ningún mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar. Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos. Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna."

Queridos jóvenes, en sus manos está el futuro que quieren construir, tomenlo con fuerza y se darán cuenta que la vida es más amable cuando se ama lo que se hace. Les queremos mucho. Que Dios y la Sagrada Familia conduzca sus vidas.